En una muestra de notable concordancia, los funcionarios Maximiliano Pullaro y Patricia Bullrich evaluaron de manera positiva el impacto de las fuerzas federales en Rosario, así como los progresos en las investigaciones sobre los autores intelectuales de los recientes atentados contra los trabajadores. Sin embargo, abstuvieron de proporcionar cifras concretas sobre los resultados, coincidiendo en la necesidad de fortalecer la política de seguridad, especialmente en relación con la disminución de la edad de imputabilidad.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ofrecieron algunas reflexiones sobre las acciones emprendidas para restaurar la paz en Rosario, tras concluir una reunión del Comité de Crisis. Aunque no se revelaron números específicos, explicaron que estos datos se divulgarán tras seis meses de trabajo conjunto a partir del 10 de marzo, ya que, como expresó la ministra, "ningún número puede compararse con el nivel de conmoción causado por los cuatro asesinatos perpetrados el mes pasado por el narcoterrorismo".
En el contexto de este plan, Bullrich subrayó que "todo el país ve a Rosario como un espejo de lo que podría ocurrir", pero enfatizó que la meta es reducir la violencia, destacando los arrestos realizados, como en el caso del ataque a la familia de Ángel Di María y la detención del menor involucrado en el ataque al joven playero.
El objetivo es "erradicar completamente el fenómeno para evitar un resurgimiento de la violencia extrema", aseguró. En consonancia, el gobernador Pullaro afirmó que las investigaciones están avanzando y prometió llegar a los autores intelectuales de los cuatro actos de terrorismo ocurridos.
En cuanto a la situación carcelaria y la policía provincial, Bullrich señaló que "la contención de la violencia de los internos en las cárceles es alta" y destacó el fin de los privilegios en las prisiones, mientras que Pullaro insistió en la necesidad de depurar la fuerza policial provincial de elementos corruptos.