Desarrollándose una intensa actividad de I+D a partir de las primeras experiencias, que se llevaron a cabo a fines de la década del cincuenta, se empleó por primera vez en 1980 en submarinos y, pocos años más tarde, en aviones.
Cuando se firmó el protocolo de Montreal (Ver recuadro), se dinamizaron los trabajos de I+D, considerando la innegable disponibilidad del agua como agente extintor y la NFPA constituyó un comité técnico sobre sistemas water mist que dictó las normativas poco después.
¿Cómo funciona?
El agua nebulizada basa su principio de extinción y control del fuego en tres acciones distintas.
- Enfriamiento por absorción del calor al vaporizarse el agua
- Desplazamiento del oxigeno en el foco del fuego por efecto de la vaporización del agua
- Atenuación de la transmisión de calor por radiación.
Las partículas de agua nebulizada se esparcen a alta velocidad –la cual compensa su pequeña masa- y penetran en los extremos de las llamas, produciendo una niebla en torno al fuego; ésta lo envuelve, impidiendo que se expanda, haciendo que se reduzca el tamaño de la llama y, por fin, extinguiendo el foco de incendio. A la vez, al generar oscurecimiento, se atenúa el calor irradiado.