Rosario sigue siendo un horno, a la espera del alivio prometido. Este martes el aire refrescó apenas un poco; esto es, la máxima se quedó más cerca del 30 que del 40, pero después de tantos días de temperaturas elevadas sostenidas, la sensación aún es de agobio. Y el alerta, aún rojo. Para este miércoles se espera una máxima de 31 grados y chaparrones y tormentas aisladas, pero ¿lloverá?
De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las probabilidades de agua son de entre el 10 y el 40 por ciento y, según explicó la observadora meteorológica Vanesa Balchunas, los fenómenos serían aislados y no necesariamente las precipitaciones traerían alivio.
El jueves comenzaría sin chances de lluvia, pero aún caluroso, con una máxima que treparía a los 32 grados y una mínimas de 18. El fin de semana sería gris y con igual temperatura máxima.
Por lo pronto, habrá que mantener los cuidados para evitar golpes de calor: mantenerse hidratado, usar ropa clara y fresca y evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 de ser posible.