Agentes de Gendarmería Nacional llegaron este miércoles a la tarde a Los Pumitas, la zona de barrio Empalme Graneros donde asesinaron al chico Máximo Jerez de 11 años y donde el lunes se generó una pueblada de furia vecinal contra viviendas consideradas como los puntos de venta de droga del lugar.
Los vecinos estaban entre tranquilos y escépticos. Algunos decían que la llegada de los gendarmes ayudaría a protegerlos en los próximos días luego de las amenazas que les hicieron llegar por la tensión del inicio de semana. Otros dudaban de la medida comunicada por el gobierno nacional porque recordaban que ya hubo un desembarco de fuerzas federales en la ciudad pero la medida se diluye con el correr de los meses.
“El personal militar va desarmado a Rosario, solo tendrá un pico o una pala para hacer obras”
El tío del niño asesinado convocó a una movilización para pedir Justicia.
Los uniformados comenzaron a recorrer el barrio cerca de las 17 de este miércoles luego de los actos oficiales con la presentación de los operativos conjuntos que hicieron las autoridades nacionales en Rosario.
Los gendarmes caminaban el barrio en grupos de a dos o tres o circulaban en móviles tipo tanquetas por las calles de Empalme Graneros.
Más temprano, con la presencia del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se oficializó la incorporación de al menos 300 gendarmes y 100 policías federales destinados a pacificar los rincones más calientes de Rosario.
Vecinos y vecinas de Empalme están atemorizados debido a las amenazas de muerte recibidas por un video difundido después de la pueblada. Además, el martes a la noche en las inmediaciones de una marcha por Máximo pasaron hombres en moto y dispararon al aire para atemorizarlos.