Rosario amaneció este viernes 27 de enero con el tufo que se generó durante todo el jueves, pero bajo amenaza de lluvias y tormentas fuertes para toda la región. De hecho el jueves la ciudad quedó, al igual que el resto de la provincia de Santa Fe, bajo un alerta meteorológica por precipitaciones.
Luego de un jueves muy caluroso, con un pico de casi 35 grados en Rosario y una sensación térmica de 39 en el centro. La temperatura empezó a bajar gradualmente durante la madrugada. Pero la humedad se mantuvo en niveles altos.
El frente de tormentas avanza desde el sur de la provincia con ráfagas de viento y abundante caída de lluvia en distintas ciudades de la región. Se espera que a media mañana el fenómeno meteorológico ya esté consolidado sobre la ciudad y empiecen las primeras lluvias.
Por el alerta, si pide precaución al programar actividades porque no sería sólo agua: el aviso es de nivel amarillo y habla de “posibles fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas”.
El cambio de tiempo traería aparejado un alivio en el termómetro en medio del verano, ya que para el viernes se pronostica una temperatura mínima de 22 grados y una máxima que no superaría los 26 en la ciudad.
Algunas precipitaciones se mantendrían hasta la mañana del sábado y ese día el calor volvería a recuperar terreno pero aún por debajo de los 30 grados, mientras que el domingo sí se parecerá más a enero con sol y 33 grados por la tarde, después de una mañana fresca con 16.
Fuente: Rosario 3