Como los precios y el dólar, el tiempo también se tornó inestable esta semana. El miércoles amaneció con 10,7 grados pero con una humedad elevada y un cielo cubierto que hacían sentir más frío de lo que señalaba el termómetro.
Además, la neblina y el ambiente saturado provocaban que de a ratos aparezca una llovizna muy tenue, advirtió la meteoróloga Vanessa Balchunas.
En la ciudad la humedad era de 91%, la presión de 1007.8 hPa, el viento noreste a 9 km/h y la visibilidad de 11 kilómetros, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La tarde podría mostrar otro escenario si el sol logra abrirse paso y podrían registrarse hasta 17 o 18 grados. Y más tarde, hacia la noche o madrugada del jueves, ese viento del noreste podría girar al sur.
Llegaría entonces un recambio con descenso de temperatura, con la posibilidad de ráfagas o lluvias sectorizadas.
El jueves se anticipan 4 grados de mínima y un cielo algo nublado. El viernes viernes podría hacer aún más frío con posibles heladas en zonas suburbanas.