La seguidilla de crímenes conmocionantes en Rosario que derivó en un paro de transporte –de colectivos y taxis– por tiempo indeterminado, puso en jaque también la tradicional marcha del 8M por el Día de la Mujer. La organización de la marcha se reunía esta mañana desde las 8 para evaluar la manifestación que este año buscaba teñir otra vez de glitter, pañuelos y consignas las calles de la ciudad para oponerse a la violencia machista y los ajustes del gobierno de Javier Milei en políticas públicas con perspectiva de género.
Las mujeres y disidencias de la ciudad de Rosario llevaban semanas reuniéndose en Tucumán 1349 para organizar en forma conjunta este 8M, y este 8 de marzo volverán a evaluar la viabilidad de la manifestación, en medio de un paro de transporte que dificultará llegar al punto de encuentro. Y con un telón de fondo de terror en la ciudad tras los crímenes de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, y el ataque al colectivero Marcos Daloia.
De realziarse, la marcha estaba anunciada para las 18, con concentración a las 17 en plaza San Martín donde ya desde el mediodía se iba a iniciar la jornada.
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El recorrido era: Córdoba y Dorrego, hasta San Luis y doblará en Buenos Aires hasta Córdoba. El acto de cierre iba a ser, como de costumbre, en el Monumento Nacional a la Bandera para la lectura de la proclama.