Con 40 fotos afirmativos y 30 en contra, el Senado Nacional convirtió ésta tarde en Ley la regulación del teletrabajo.
El debate previo a la aprobación tuvo una duración de más de tres horas y medias, e incluyó algunos cruces entre pares, como el del oficialista Oscar Parrilli, con Juan Carlos Romero por ser un "militante K".
La ley estipula los derechos y obligaciones tanto de empleados como empleadores en torno al trabajo remoto, justamente tan en euge por la pandemia.
Uno de los puntos sobresalientes de la legislación, tiene que ver con el derecho a la desconexión digital, que afirma que el "teletrabajador tendrá derecho a desconectarse de los dispositivos digitales y /o teconologías de la información y comunicación, fuera de su jornada laboral y durante los períodos de licencias". Además, se prohíbe que el empleador se comunique con el trabajador fuera del horario laboral.
Por otro lado, quienes trabajen de manera remota y acrediten tener menores de 14 años a su cargo o personas con discapacidad o adultos mayores, podrán compatibilizar las tareas laborales con las del cuidado de aquella persona , acordandolo con el empleador.
Ésta ley resulta con varias polémicas, teniendo en cuenta también que la persona que trabaja puede dar su consentimiento para pasar a la modalidad de teletrabajo y podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación.
“En tal caso -dice-, el empleador le deberá otorgar tareas en el establecimiento en el cual las hubiera prestado anteriormente, o en su defecto, en el más cercano al domicilio del dependiente, en el cual puedan ser prestadas. Salvo que por motivos fundados resulte imposible la satisfacción de tal deber”.