Durante ésta época del año es habitual el crecimiento del uso de pirotecnia, tradicionalmente para "festejar".
Su gran estruendo no sólo afecta a los niños con autismo, sino también a las mascotas, que tienen más sencibilidad auditiva que los humanos.
Ivisión Noticias dialogó con los veterinarios del Móvil Quirúrgico de mascotas para consultar que cuidados tener en cuenta durante la noche de las fiestas.
"Los ruidos provocan ataques de pánico o desesperación. Se los puede dejar en una habitación, lejos de artefactos eléctricos o cortantes", expresaron.
Sobre todo, hicieron hincapié en "no dejarlos atados" porque el estrés puede provocar que se ahorquen dentro de su desesperación.