Como cada 6 de enero, en muchos hogares del mundo se espera a Melchor, Gaspar y Batazar, desde la noche del 5 de enero, un poco de pasto, otro de agua y los zapatos de los niños junto a la entrada. Los dos primeros, para alimento y bebida de los camellos. El calzado, porque allí pasarán los Reyes Magos y dejarán un regalo. A la mañana siguiente, todo será felicidad para los pequeños. Hace muchos años, esta celebración era tan importante que en la Argentina era feriado. Hoy, lentamente se desvanece ante el avance de Papá Noel: el anticipo de la Navidad no deja tanto resto como para sumar obsequios. No obstante, la tradición aún tiene su fuerza.
Como tantas, la tradición de los Reyes Magos proviene de La Biblia. En el evangelio de Mateo 2. 1-12 se puede leer: “…Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo’. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. ‘En Belén de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel’. Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: ‘Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje’. Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.”
Desde Ivision Noticias se le realizó una encuesta a los vecinos de Villa Gobernador Gálvez con el motivo de esta fecha, y esto fue lo que respondieron: