Además de ser el órgano más grande del cuerpo humano, la piel es muy vulnerable a la exposición al sol y el calor. Es por ello que en verano requiere un cuidado más intenso para preservar su salud. Las altas temperaturas pueden inducir la deshidratación del organismo y, por tanto, también de la piel. Por otra parte, el organismo responde al calor con la transpiración y este exceso de humedad favorece las infecciones (pie de atleta) y las dermatitis, especialmente en las zonas donde hay pliegues. A ello hay que añadir el efecto de la radiación ultravioleta a las largas exposiciones al sol.
De todos estos temas hablamos con Paula Larrea una reconocida dermatóloga de la ciudad de Villa Gobernador Galvez, que nos cuenta acerca de los daños que puede provocar el sol a nuestra piel y como poder prevenirlos.
Toda la nota en el siguiente video: