La celebración del Día del Amigo en Argentina y una veintena de países latinoamericanos fue impulsada por el odontólogo argentino Enrique Febbraro, quien se inspiró en la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969.
Febbraro advirtió que había un mundo sin fronteras en la fraternidad entre los hombres con el alunizaje y se conmovió cuando el astronauta Neil Armstrong apoyó su pie izquierdo para descender a terreno lunar y pronunció su célebre frase: 'Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad'", lo cual fue televisado a todo el mundo.
Antes de que la nave Apolo 11 emprendiera su viaje de regreso, Febbraro envió unas mil cartas manuscritas a 100 países desde su casa en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora.
Rápidamente obtuvo 700 respuestas y observó que así había nacido el "Día del Amigo", cuyo lema fue a partir de ese momento "Un pueblo de amigos es una Nación imbatible".
La dictadura cívico militar autorizó la celebración en 1979 y luego se sumaron entidades públicas y privadas de Argentina y naciones de América Latina.
Febbraro, quien fue candidato dos veces al premio Nobel de la Paz, falleció en noviembre del 2008 tras ejercer la odontología y además como profesor de psicología, filosofía e historia, al tiempo que fue cultor de la música.
En la región, adhirieron a la celebración impulsada por Febbraro Brasil, Uruguay y Chile, y en otros continentes España.
En el plano histórico, aparecen, entre otras, las amistades de Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, y San Martín y Bernardo de O'Higgins.