Matías Benicelli, uno de los rugbiers condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa en enero de 2020, ha decidido romper el pacto de silencio y señalar directamente a su anterior abogado, Hugo Tomei. En un giro sorprendente, Benicelli acusa a Tomei de elaborar una estrategia legal que favorecía a algunos de los imputados, dejando desatendidos los intereses de otros.

Según Benicelli, él y varios de sus compañeros fueron persuadidos para designar a Tomei como su defensor técnico, supuestamente para no interferir con la defensa de los demás coimputados. Sin embargo, el joven condenado afirma que esta estrategia fue en contra de sus propias intenciones, así como de otros rugbiers que deseaban declarar durante el juicio.

Uno de los puntos más polémicos de la declaración de Benicelli es su afirmación de que Tomei habría descartado el testimonio de Alejo Milanesi, un testigo clave en el lugar del crimen, cuyas declaraciones podrían haber sido beneficiosas para la defensa. Benicelli sostiene que la decisión de su antiguo abogado de desechar este testimonio se debió al temor de que pudiera agravar la situación procesal de los otros acusados.

Además de estas acusaciones, Benicelli y su entorno también critican la falta de comunicación por parte de Tomei sobre los procesos judiciales y aspectos cruciales de la investigación, como las manchas de sangre encontradas en la ropa de Fernando Báez Sosa, que supuestamente no fueron reveladas hasta el transcurso del juicio.

Estas revelaciones arrojan luz sobre la tensa relación entre los acusados y su anterior abogado, así como sobre las dificultades que enfrentaron durante el proceso legal. Mientras tanto, Benicelli y otros condenados han tomado medidas para cambiar de representación legal, con la esperanza de obtener un enfoque más efectivo en sus casos.