En el primer día hábil de abril, los hogares, comercios e industrias en Argentina se enfrentan a un nuevo aumento en las tarifas de gas, marcado por la dolarización de la tarifa. Este ajuste, anticipado la semana pasada por la secretaría de Energía de la Nación, se divide en tres tramos y se espera que genere incrementos de hasta el 300%.
La medida, que ya está en vigor, tiene como objetivo trasladar el precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), medido en dólares, directamente a los usuarios finales. Además, establece tres períodos de ajuste de tarifas que se extenderán hasta finales de año.
A solicitud del Ministerio de Economía, el aumento del gas comenzó a regir en abril en lugar de marzo, como se había previsto inicialmente, con el fin de evitar una mayor escalada inflacionaria. Por lo tanto, las primeras facturas con los nuevos aumentos se recibirán en mayo.
Según lo establecido en la Resolución 41/24 de la Secretaría de Energía, la primera actualización se aplicará en abril; la segunda se llevará a cabo entre mayo y septiembre (durante el invierno), y la tercera se implementará desde octubre hasta el 31 de diciembre.
Antes de fijar los nuevos precios, la norma rechazó las impugnaciones presentadas sobre la validez de la Audiencia Pública, calificándolas como "improcedentes e infundadas". Se asegura que las objeciones planteadas carecen de base fáctica o jurídica que cuestione la legitimidad de la audiencia celebrada el 29 de febrero.
En este marco, se ratifica que los aumentos afectarán a los usuarios no domésticos denominados "Servicio General", así como a los usuarios residenciales, que se dividen en tres niveles según sus ingresos y subsidios: Mayores Ingresos (sin subsidios), Menores Ingresos (con subsidios), e Ingresos Medios (con subsidios parciales).