Muerte en el Nilo forma parte de la nueva adaptación que el director y actor Kenneth Branagh llevó al cine luego de Asesinato en el Orient Express.
Basada en la novela homónima de 1937 de la icónica escritora Agatha Christie, la película nos transporta a las aparentemente calmadas aguas del río Nilo en Egipto, donde ocurren muchas muertes y misterios. Con la excusa de celebrar un matrimonio, diversos personajes se reunirán a bordo de un barco de lujo que navegará por el mítico río egipcio.
Pero allí también estará el gran detective Hércules Poirot (interpretado nuevamente por Kenneth Branagh), quien se ve obligado a hacer una pausa en sus vacaciones para tratar de hallar al responsable de un asesinato. ¿Quiénes son sospechosos? Todos según Poirot, pero culpables solo unos pocos.
Llevar a la pantalla grande una obra ya clásica de la literatura como Muerte en el Nilo no es para nada fácil. De eso saben mucho los encargados de todas las áreas de producción, que tuvieron en cuenta hasta el más mínimo detalle. Para la realización de este film, el director sumó nuevamente a su equipo al guionista de Asesinato en el Orient Express, Michael Green. “Nos divertimos muchísimo conversando sobre cuál podría ser la próxima película de la serie cinematográfica de Agatha Christie. Los dos expresamos cuáles eran las novelas preferidas de cada uno, pero siempre volvíamos a Muerte en el Nilo” relató Green.
A lo que Branagh agregó: “La pasión que tiene la historia original de Agatha Christie es muy fuerte. Es uno de los libros más fascinantes e inquietantes de Christie. Nos presenta la historia con una pátina de sofisticación, sensualidad, glamur y romance, pero una pátina que todo el tiempo es precaria, frágil, peligrosa y disruptiva”.
Un dato curioso que tiene Muerte en el Nilo es que fueron consultados dos familiares cercanos de Agatha Christie que participaron activamente en la película. Tanto Mathew Prichard, único nieto de Christie, como su hijo James Prichard, ayudaron a Branagh y su equipo a comprender la actitud de la autora con respecto a su libro, los personajes y la ambientación.
“James y Matthew nos ofrecieron una perspectiva vital sobre quién era esta increíble escritora a nivel personal”, contó Branagh. James Prichard dio detalles sobre esta adaptación y dijo: “Para los espectadores, es extremadamente importante que sientan que no solo vieron una película fabulosamente moderna y un gran espectáculo cinematográfico, sino que hayan experimentado una noche de Agatha Christie. Ken (Branagh) logró construir un mundo que refleja la perspectiva única de Agatha y su excepcional don para la narración”.
Tanto Green como Branagh sostienen que Muerte en el Nilo es una de las mejores novelas de Christie y así lo expresaron: “El libro está muy bien escrito. Contiene parte de la mejor prosa de Agatha Christie, y tiene una trama maravillosa con una solución genial. Es muy rico. Pero siempre volvíamos a los temas de la pasión y el amor, nos centrábamos en esos sentimientos, asegurándonos de que todos nuestros personajes tuvieran algo que decir sobre el poder de esas emociones”.
Así mismo, el guion sufrió varias modificaciones con respecto a la composición de los personajes, y convirtió en sospechosos a algunos de ellos que en la novela original no lo eran. “Esta adaptación tiene un enfoque más juvenil. Todo lo relacionado con la historia es más grande, más sensual y mucho más profundo, literal y estéticamente”, reflexionó Branagh.