Hannah Waddingham, reconocida por su papel en la exitosa serie Game of Thrones, reveló recientemente en una entrevista para el programa The Late Show el impacto emocional que experimentó debido a algunas escenas que tuvo que interpretar, llegando incluso a sufrir secuelas.

La actriz, quien interpretó un papel destacado en una de las escenas más memorables de la serie, donde su personaje marchaba a Cersei Lannister desnuda por las calles mientras era humillada, compartió cómo estas escenas extremadamente intensas le dejaron secuelas psicológicas. Específicamente, mencionó la escena en la que su personaje fue sometido a waterboarding por Cersei, una técnica de tortura que la dejó inmovilizada y con una sensación de ahogamiento.

"Thrones me dio algo que no esperaba y es la claustrofobia crónica. La razón por la que no creo que el programa haya sido igualado en términos de cinematografía para una serie, es simplemente porque tiene un nivel diferente", explicó Waddingham.

Profundizando sobre la experiencia del waterboarding, describió cómo se sintió incapaz de levantar la cabeza o hablar durante la escena, ya que su personaje estaba fuertemente restringido por The Mountain, interpretado por el actor Gregor Clegane. Esta experiencia la dejó con marcas físicas y emocionales, como si realmente hubiera sido atacada.

Además, compartió que no fue la única que enfrentó dificultades durante la filmación. Otro miembro del elenco le reveló sus propias luchas con escenas desafiantes, lo que resalta la intensidad del compromiso requerido para trabajar en la serie.

"Uno de los otros tipos que había estado filmando algo más me dijo '¿qué te pasó?' Le conté todo y él dijo 'bueno, tenés suerte. Yo me arrastré sobre mis codos durante cuatro días', y nos reímos del hecho de que ambos estamos en Game of Thrones, y no importa cuando estás en Thrones porque solo querés dar lo mejor", compartió Waddingham.

Esta revelación arroja luz sobre los desafíos y la intensidad que enfrentaron los actores durante la producción de Game of Thrones, destacando el impacto psicológico que pueden tener las escenas extremadamente realistas y emotivas en el elenco.