Rosario Central no levanta cabeza. Ni la llegada de Carlos Tevez, ni las incorporaciones, ni los cinco cambios en la formación titular, ni la minipretemporada en Ezeiza le cambian por el momento la cara a un equipo que está entre los últimos de la tabla y más ahora, al acumular este lunes una nueva derrota, 2-1 ante Aldosivi en Mar del Plata.
Para el Tiburón, con el debut del DT de Leandro Somoza, de reciente paso en Arroyito, fue la primera victoria en la Liga Profesional al cabo de estas seis fechas. Lo ganó con goles de Andrés Ríos y Leandro Maciel, uno en cada tiempo, mientras que Javier Báez había puesto el empate transitorio en el estadio José María Minella.
El arranque del encuentro estuvo a la altura de lo que podían ofrecer dos de los peores conjuntos del campeonato, con más enjundia que fútbol asociado, si bien con el correr de los minutos ambos se las arreglaron para generar sus chances de riesgo.
El debutante Ignacio Malcorra era el que más insinuaba en el ataque canalla y se generaba sus propias ocasiones pero sin definiciones precisas, mientras que en el otro arco la primera clara fue una en la que Báez se interpuso en el disparo de Braian Martínez y salvó sobre la línea.
Hasta que llegó el primer gol del Tiburón, cuando Ríos marcó en posición dudosa tras una tapada de Gaspar Servio pero el árbitro Facundo Tello confirmó el tanto tras la revisión del VAR. Desde allí, el local se paró mejor y la ventaja pudo ser mayor
Central pudo haberse puesto a tiro de arranque en el complemento con dos cabezazos de los recién ingresados Gino Infantino y Alejo Véliz en diferentes llegadas que se insinuaban como señales de mejoría pero que –una desviada y la otra atajada– no lograron el empate.
Sin embargo al rato sí llegó el primer tanto en la era Tevez: el paraguayo Cristian Báez, colgado por Somoza en el ciclo anterior, tomó una pelota en el área tras un centro y la mandó al fondo del arco de José Devecchi. Lo gritó con todo.
El Canalla, apuntalado en las punzantes escaladas de Lautaro Blanco por el carril izquierdo y en la frescura de los cambios, se mostraba en esa instancia más fuerte que Aldosivi, con la pelota y en el plano físico, y se animaba a más.
Pero atrás, de a ratos también sufría. Santiago Silva exigía siempre a la defensa. Los centros mostraban endeble al fondo canalla. Y así llegó el gol de Maciel, otro que lo venía buscando
No hubo tiempo para una nueva recuperación del elenco auriazul, que venía de caer como local contra Gimnasia y sumó la segunda derrota al hilo en el ciclo Tevez, con lo que suma apenas 4 puntos en el fondo de las posiciones.