eses incómodos, que se agitaron con la invasión de Rusia a Ucrania. Lejos del escenario de batalla, Nikita Mazepin observó cómo la decisión política del presidente Vladimir Putin complicó su marcha en la Fórmula 1 y ahora sufre con el operativo de incautaciones a magnates y oligarcas rusos que lidera la Guardia di Finanza italiana, que recaudó más de 900 millones de euros. Un complejo inmobiliario situado en Porto Cervo, en la Costa Esmeralda, en el noroeste de Cerdeña, propiedad del piloto y de su padre Dmitry, fue embargado de modo preventivo. La mansión tiene un valor de 105 millones de euros.
El 5 de marzo pasado, después de los ensayos que se realizaron en Barcelona, la escudería Haas anunció la ruptura del contrato que unía a Mazepin y a Uralkali -empresa de fertilizantes del que su padre es el principal accionista- con el equipo norteamericano. Desde entonces, el piloto utilizó las redes sociales para ofrecer su versión y justificar que los ciudadanos de su país son víctimas de la cultura de la cancelación. En las últimas horas, la Guardia di Finanza -policía de asuntos fiscales- llevó adelante una operación que tiene como objetivo propiedades de magnates y oligarcas rusos vinculados a Putin, en el marco de las sanciones económicas que aplicó la Unión Europea a Rusia, por la invasión a Ucrania.
Las autoridades italianas incautaron en las últimas semanas varias villas y yates por un valor de 900 millones de euros, que responde a multimillonarios rusos que figuran en la lista negra de la UE, entre los que figuran Nikita y Dimitry Mazepin.
Revocan la licencia de Severiukhin
La investigación que inició la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la decisión de Ward Racing de finalizar el contrato y la decisión de la Automóvil Club de Italia (ACI) de quitarle la licencia, el conjunto de medidas que hunden al joven piloto ruso Artem Severiukhin, que realizó un supuesto saludo nazi durante la ceremonia de premiación en el Campeonato de Europa de karts, en el circuito de Portimao.