La selección argentina estrenó este jueves el título de campeón de la Copa América con una victoria sin complicaciones sobre Venezuela por 3 a 1, en el partido de la novena fecha de Eliminatorias Sudamericanas disputado en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Caracas.
Argentina jugó un partido cómodo ante un rival que no lo exigió en ningún momento, y a partir de ello no sufrió amonestaciones que pudieran complicar la participación de los 10 futbolistas que llegaron a este cotejo con una tarjeta amarilla y de sumar otra se hubiesen perdido el cotejo del próximo domingo a las 16 ante el líder de estas Eliminatorias, Brasil, en el estadio Arena Corinthians, de San Pablo.
En medio de este panorama el único momento de zozobra que vivió el equipo argentino ocurrió sobre la media hora del primer tiempo cuando el fornido zaguero central venezolano Luis Martínez, que había ingresado cinco minutos antes por el lesionado José Velázquez, le cometió una violentísima infracción a Lionel Messi sobre la pantorrila izquierda que hizo temer consecuencias duras que sin embargo no fueron tales.
Por esa falta uno de los tantos Martínez que hoy pisaron el blando terreno de juego del estadio Olímpico caraqueño recibió la tarjeta roja a instancias del VAR, lo que generó un momento de confusión justamente por la utilización de este nuevo servicio arbitral.
Cuando ya se jugaba el segundo minuto de descuento del primer tiempo un toque preciso de Ángel Di María de la izquierda al medio para Lo Celso, terminó en una precisa asistencia de éste para que Lautaro Martínez convirtiera el primer tanto "albiceleste", el decimoquinto suyo en 30 partidos con la selección.
La vuelta a la disputa del juego en la segunda parte solo hacía presagiar más buenas noticias para el equipo argentino, pero el motor recién se encendió a pleno cuando sobre el cuarto de hora Scaloni decidió cambiar la "correa de distribución" del ataque argentino haciendo ingresar simultáneamente a Ángel y Joaquín Correa.
Y los dos tuvieron rápidamente un diálogo fluido con Messi, "liquidando" entre ambos el partido en apenas tres minutos, los que fueron de los 25 a los 28 minutos.
Primero el tucumano Joaquín cerró con un derechazo bajo una lucida acción conjunta que completó tras una asistencia corta de Lautaro Martínez, revelando que está en verdadero estado de gracia luego de debutar en su nuevo club, Inter, de Italia, el pasado fin de semana, con dos conquistas habiendo estado solamente 20 minutos en cancha.
Y luego el atacante de Atlético de Madrid también evidenció que está "angelado" luego de señalar los tres primeros goles del equipo dirigido por Diego Simeone en las dos primeras fechas de LaLiga, de España.
El tramo final del partido solo permitía mantener la expectativa sobre la posibilidad de que un gol de Messi le permitiera alcanzar los 77 tantos del brasileño Pelé como máximo goleador histórico de selecciones sudamericanas, pero este no llegó y quizá pueda ser justo en Brasil el domingo que viene.
El que cerró el espectáculo fue el diminuto pero talentoso Yeferson Soteldo al colocar el 1-3 en el tercer minuto de descuento, a través de un tiro penal sancionado a través del improvisado VAR que le picó con categoría a Emiliano Martínez, quizá advertido de lo que calza "Dibu" a la hora de pararse frente a ejecutantes desde los 12 pasos.